Es hora de tener un baño de realidad sobre un tema que a primera vista parece ciencia ficción. El 16 de julio de 2019, Elon Musk, hizo una presentación en la Academia de Ciencias de California, de una de sus empresas que no es por las que ya lo conocemos como SpaceX o Tesla. Esta vez la presentación fue de una empresa que fue fundada allá por el año 2017 y no había hecho una aparición pública pomposa aún.
La empresa Neuralink se define como una compañía que desarrolla interfaces cerebro-máquina de alto ancho de banda para conectar personas y máquinas. También allá en abril 2017, Musk declaró que los objetivos de empresa es hacer dispositivos para tratar serias enfermedades del cerebro a corto-plazo, con el objetivo eventual de perfeccionamiento humano.
Esto suena increíble, y de hecho hasta podríamos decir que no “hacía ruido” hasta exactamente el 16 de julio de 2019, y voy a detallar de lo que se trata en este artículo.
Tim Urban, escribió un extenso blogpost en abril de 2017 (Neuralink and the Brain’s Magical Future) donde contaba que, después de haber visto en detalle Neuralink, preveía que esta empresa iba a eclipsar a las otras empresas innovadoras de Musk como SpaceX y Tesla por el impacto en la humanidad.
El nuevo concepto de Neuralink es llamado cordón neural (neural lace), que es una malla ultra fina que se puede implantar en el cráneo, formando una colección de electrodos capaces de controlar la función cerebral. Esto crea una interfaz entre el cerebro y una computadora.
Para insertar el cordón neural, se coloca una pequeña aguja que contiene la malla enrollada dentro del cráneo y se inyecta la malla. A medida que la malla sale de la aguja, se desenreda y atraviesa el cerebro.
Gradualmente, el encaje se aceptará como parte del cerebro, e incluso se moverá con él a medida que crece o cambia ligeramente de tamaño.
Max Hodak, presidente de Neuralink, durante la presentación dijo que hacía dos años no sabían al resultado que podían llegar o el tiempo, y que los desarrollos que fueron llevando a cabo, tuvieron un crecimiento en conocimiento exponencial que demandaron este tiempo prudencial hasta llegar a este punto (presentación).
Tal como pueden ver en la presentación (en inglés), Elon Musk declara: “No será de repente, pero Neuralink tendrá este cordón neuronal y comenzará a tomar el control de los cerebros de las personas”.
Los científicos e investigadores de la compañía trabajaron en varios modelos para conectar y crear esta interface entre el cerebro y una computadora hasta llegar al último modelo.
El último modelo presentado se vería así:
Pero, “cablear el cerebro” puede traer riesgos y además si se quiere ser escalable debería ir más allá que una “operación” realizada solo por neurocirujanos. Para ello Neuralink tuvo que crear un robot para practicar la “conexión” de los cables que tienen entre 4 µm y 6 µm y que puede ser la mitad de un cabello humano fino como para tener una referencia.
En este momento la forma de conectar sería a través de huecos en el cráneo para implantar los hilos, pero planean que en un futuro pueda hacerse a través robots con un rayo láser que permita perforar de manera automática minúsculos agujeros y conectar los hilos, tal como son hoy en día las operaciones láser de ojos.
Por medio de la “interface o conexión” se podrán leer los picos neuronales del cerebro para conseguir una “fusión con la inteligencia artificial”. Elon Musk, cree que es imposible evitar que la inteligencia artificial supere a la inteligencia humana, por lo que espera que tengamos al menos “una simbiosis con la inteligencia artificial”.
En una primera versión están intentando, a través de la interface, poder darles a los pacientes la capacidad de poder navegar y controlar un iPhone a través de Neuralink y luego avanzar a un teclado o ratón de una computadora.
Planean trabajar con neurocirujanos en la Universidad de Stanford y posiblemente otras instituciones para realizar experimentos tempranos. Un día antes de la presentación, en un briefing donde “The New York Times” fue invitado, demostraron en un laboratorio de investigación de Neuralink, un sistema conectado a una información de lectura de ratas de laboratorio de 1,500 electrodos, 15 veces mejor que los sistemas actuales integrados en humanos. Eso es suficiente para la investigación científica o aplicaciones médicas.
Los científicos independientes advirtieron que los resultados de los animales de laboratorio podrían no traducirse en éxito humano y que se necesitarían pruebas en humanos para determinar la promesa de la tecnología. Esto está planificado, dependiendo de autorizaciones y aprobaciones, se esperan conseguir las primeras pruebas con humanos en el último trimestre de 2019 y el primer paciente para 2020.
Uno de los objetivos de la presentación fue la necesidad de reclutar expertos en diversas áreas para acelerar el desarrollo y si todo marcha como está planificado se podría llevar esta tecnología al cerebro humano y brindar los avances que prometen.