Por Gustavo González – Tecnología al Paso
Vivimos en un mundo que cambia a una velocidad que, hasta hace pocos años, parecía imposible. Lo que antes tardaba décadas en transformarse, hoy evoluciona en cuestión de semanas. La compra de HBO por parte de Netflix, el auge de nuevos asistentes digitales y la expansión silenciosa del hogar conectado son solo algunos ejemplos de cómo la tecnología redefine nuestra vida cotidiana casi sin que lo advirtamos.
En este episodio de Tecnología al Paso exploramos un fenómeno que ya está entre nosotros: la casa inteligente. Desde cámaras económicas hasta termostatos que se manejan desde el teléfono, pasando por sensores de seguridad, robots domésticos y asistentes de voz, la domótica dejó de ser un lujo futurista para transformarse en una realidad accesible —y en muchos casos, muy necesaria.
Qué es la domótica y por qué hoy es tan relevante
El término domótica proviene de “domus” (casa) y “robótica”. En palabras simples: es el conjunto de tecnologías que automatizan funciones en el hogar.
Hace una década, hablar de “casa inteligente” sonaba a ciencia ficción. Hoy, sin embargo:
- podemos prender la calefacción desde la ruta antes de llegar,
- abrir la puerta desde el celular a un repartidor,
- recibir alertas de monóxido de carbono o humo,
- ver desde otra ciudad quién toca el timbre,
- y hasta programar una cortina para que se cierre automáticamente cuando sopla viento fuerte.
Lo más asombroso: todo esto se consigue por valores accesibles, muchas veces por menos de lo que cuesta un par de zapatillas.
Seguridad para todos: cámaras, porteros y reconocimiento facial
La seguridad es, probablemente, la puerta de entrada más común al hogar inteligente.
Hoy se consiguen:
- Cámaras interiores 360°: desde $20.000 a $30.000 (Mercado Libre).
- Cámaras exteriores con visión nocturna: entre $35.000 y $40.000.
- Cámaras con reconocimiento facial: un poco más costosas, pero muy útiles para distinguir familiares, visitas y desconocidos.
Con una simple app en el celular podés:
- ver lo que pasa en tu casa en tiempo real,
- recibir alertas cuando detectan movimiento,
- almacenar grabaciones en la nube,
- interactuar con quien está tocando el timbre.
Porteros inteligentes
Un portero con cámara y conexión al celular hoy cuesta alrededor de $30.000. Desde cualquier lugar podés atender, ver quién llama y dar instrucciones.
¿Para qué sirve en la práctica?
- Recibir paquetes cuando no estás.
- Verificar quién tocó el timbre cuando no estabas en casa.
- Dar acceso a familia o empleados sin entregar llaves.
Cerraduras digitales: más seguras de lo que parecen
Hoy existen cerraduras que permiten:
- abrir con huella digital,
- usar un código personal,
- generar códigos temporales para empleados,
- abrir o cerrar desde el celular.
Esto no reemplaza a un candado tradicional: lo complementa. Como todo dispositivo tecnológico, debe tener plan de contingencia (llave física o batería de emergencia).
Según Consumer Reports, las cerraduras inteligentes bien configuradas reducen significativamente la pérdida de llaves y mejoran la trazabilidad del acceso en el hogar.
Fuente: www.consumerreports.org/smart-locks
Termostatos inteligentes: confort sin derrochar energía
Los termostatos inteligentes permiten:
- encender o apagar calefacción o aire acondicionado desde cualquier lugar,
- programar horarios,
- ahorrar energía ajustando automáticamente según la temperatura exterior,
- detectar si no hay nadie en casa y reducir el consumo.
Costos aproximados: $100.000 según marcas y modelos.
En países como Estados Unidos, estudios del Department of Energy muestran que este tipo de tecnología permite ahorros energéticos del 10% al 23% anual.
Enchufes, luces y automatización accesible
Para quienes recién se inician en la domótica, los enchufes inteligentes son un gran primer paso.
Desde $10.000 a $20.000, permiten:
- prender y apagar lámparas, árboles de Navidad, ventiladores o cualquier electrodoméstico,
- programar horarios,
- controlar todo desde una app como Smart Life.
Con apenas eso, ya se puede automatizar:
- que las luces exteriores se prendan al atardecer,
- que se apaguen cuando sale el sol,
- que determinados electrodomésticos funcionen solo en horarios seleccionados.
Luces inteligentes: desde $15.000 por unidad.
Cortinas, toldos y sensores climáticos
Hoy existen motores económicos para casi cualquier tipo de cortina o toldo.
Lo más interesante es la integración con la información climática:
- Si el sistema detecta viento fuerte, puede cerrar automáticamente un toldo.
- Si amanece, puede abrir la cortina.
- Si la casa queda oscura al atardecer, puede encender las luces.
Una pequeña automatización que cambia por completo la experiencia en casa.
Alexa y compañía: cómo funcionan los asistentes de voz
Los asistentes como Alexa, Google Assistant o Siri permiten manejar todo lo anterior… sin tocar el teléfono.
Ejemplos reales:
- “Alexa, apagá las luces del living.”
- “Google, encendé la calefacción.”
- “Siri, cerrá la puerta de entrada.”
- “Alexa, prepará la playlist para cocinar.”
El caso argentino: Hey Ato (heyato.ai)
Dos emprendedores argentinos crearon un asistente orientado a adultos mayores, capaz de:
- recordar medicación,
- llamar a familiares ante emergencia,
- acompañar con conversaciones cotidianas.
Costo aproximado: entre $130.000 y $150.000.
Es una solución socialmente valiosa en un país donde el 15% de la población supera los 60 años.
Fuente: INDEC – Proyecciones demográficas.
Sensores que salvan vidas: humo y monóxido de carbono
Los detectores modernos, conectados al celular, pueden avisarte inmediatamente si hay riesgo.
Valores: $20.000 a $35.000.
Según la National Fire Protection Association, los detectores de humo funcionales reducen el riesgo de muerte en incendios domésticos en más del 50%.
Fuente: www.nfpa.org
El monóxido de carbono, conocido como “asesino silencioso”, es responsable de cientos de muertes anuales en el mundo. Tener una alerta temprana es fundamental.
Robots domésticos: del aspirador al cortacésped
Los robots aspiradores ya son comunes en muchos hogares argentinos.
Pero también existen:
- Robots cortacésped.
- Robots limpia piscinas.
- Robots “mensajeros” que entregan paquetes.
- Robots de servicio en estaciones o restaurantes.
En Estados Unidos, empresas como Starship o DoorDash ya utilizan robots de reparto que circulan por la calle. Y en La Pampa, la estación de servicio de Realicó tiene un robot mozo que se volvió viral.
Lo que parecía futurismo, ya es rutina.
Cuidado: la casa inteligente necesita buen Wi-Fi
Esta parte es clave: cada dispositivo suma carga a tu red.
Hoy un hogar promedio tiene entre 20 y 50 dispositivos conectados: celulares, televisores, tablets, consolas, enchufes, cámaras, luces y más.
Si el Wi-Fi anda lento, puede no ser culpa del proveedor, sino del router o de la cantidad de dispositivos conectados.
La herramienta más confiable para medir velocidad es Speedtest:
https://www.speedtest.net/
El futuro: robots humanoides para tareas domésticas
Las grandes empresas tecnológicas están desarrollando robots humanoides orientados a tareas de la casa.
Tesla, Figure AI y Agility Robotics ya tienen prototipos funcionales.
Costo estimado actual: USD 30.000, similar al valor de un auto.
Estos robots podrían, en el futuro:
- poner la mesa,
- lavar platos,
- ordenar la casa,
- cargar compras,
- asistir a adultos mayores.
¿Utopía? No.
Es cuestión de tiempo y escala.
Conclusión: tecnología al servicio del tiempo humano
La casa inteligente no viene a reemplazar personas, sino a liberar tiempo.
El objetivo no es que un robot planche mejor que uno, sino que podamos usar ese tiempo para estar con la familia, leer un libro o descansar.
La tecnología solo tiene sentido cuando mejora la calidad de vida y no cuando la reemplaza.
Estamos entrando en una etapa donde la domótica será tan común como tener un televisor.
Dentro de diez años miraremos hacia atrás y diremos: “¿Te acordás cuando hablábamos de que un timbre con cámara era algo novedoso?”

