Llegué a un post que me impresionó porque siempre hablo sobre esto con mi familia, amigos y conocidos.
Entender lo que puedo controlar, y aquello que está fuera de mi alcance, y a través de esto como se puede trabajar para que este límite me ayude a encontrar los resultados que deseo.
Cada minuto que uno invierte intentando cambiar lo que no depende de uno, es un minuto que te robas a ti mismo.
Cuando rediriges esa energía hacia lo que sí puedes ajustar, empiezas a vivir con un propósito.
Lo que está bajo tu control… y lo que no. Diferenciarlo es la clave, por eso es bueno saber que todos tenemos dos espacios de acción:
Fuera de tu control (no pongas el foco acá)
Opiniones y creencias de otras personas
Resultados y consecuencias finales
El pasado y el futuro
Cómo te tratan los demás
Eventos externos y el paso del tiempo
En tu control (acá es donde tiene que ir tu energía)
Tus límites y la forma de comunicarlos
Tu respuesta y tu actitud
A quién dedicas tu tiempo
Cómo procesas tus emociones
La manera en que hablas y tratas a los demás
Cuando encuentres un problema, te vas a preguntar: ¿esto depende de mí? Si la respuesta es NO, entonces, dejalo pasar.
Si la respuesta es SÍ, buscá una acción concreta para avanzar
Fuente gráfico: adaptación libre de pic en Thales Minded / IG